Como parte de la línea de trabajo de formación de educadores y educadoras tradicionales, el Ministerio de Educación, a través del Programa de Educación Intercultural Bilingüe está realizando diversos cursos en convenio con universidades del Consejo de Rectores.
El 15 de enero, en conjunto con la Facultad de Educación de la Universidad Católica del Norte, se dio inicio a la formación para educadores tradicionales de los pueblos Lickanantay y Quechua, procedentes de las comunas de Ollagüe, San Pedro de Atacama, Alto El Loa, Calama, Toconao y Peine. Esta jornada de trabajo es parte de las acciones de profesionalización, cuyo objetivo final es la obtención del título de profesor/a de enseñanza básica intercultural.
En la jornada inicial, se realizó el taller de diagnóstico e identificación de brechas formativas entre el perfil de ingreso y egreso, el cual permitió analizar y comprender las áreas de mejora y desarrollo, sentando así las bases para la formulación de estrategias formativas remediales efectivas.
En tanto, entre el 8 y el 13 de enero se realizaron en Temuco las primeras jornadas de Perfeccionamiento pedagógico y didáctico para educadores tradicionales de la Región de la Araucanía, actividad que forma parte de un convenio entre el Mineduc y la Universidad Católica de Temuco. El objetivo de este trabajo, en el que participaron cerca de 200 personas, es brindar a los educadores herramientas técnicos para implementar de mejor manera la asignatura de Lengua y cultura de los pueblos originarios ancestrales.
“Esto viene a fortalecer nuestra implementación de la asignatura, además estamos muy contentos de la alta convocatoria, que permite generar aprendizajes en base a la experiencia en los distintos territorios”, explicó la seremi de Educación, Marcela Castro.
La autoridad agregó, además, que entre las acciones que se llevan a cabo a nivel regional en materia de educación intercultural bilingüe se encuentra el trabajo de inmersión lingüística en escuelas de Temuco, Victoria y Lonquimay, que se realiza gracias al apoyo de Unesco.
Los talleres consideraron 40 horas de trabajo presencial, los que se complementarán con 40 horas de trabajo autónomo por parte de las y los educadores tradicionales, de tal manera que en marzo puedan afrontar con nuevos fundamentos el proceso formativo en las aulas.