Entre el 17 de octubre y el 1 de diciembre se realizó, en todo el país, el proceso de participación para elaborar la Política nacional de Educación rural. Este consideró la participación de establecimientos educacionales rurales y microcentros – redes de trabajo colaborativo que reúnen a varias escuelas pequeña -, quienes reflexionaron internamente sobre los desafíos y oportunidades de educar en contextos de ruralidad. Asimismo, se constituyeron meses técnicas y locales en todas las regiones del país, las que reunieron a expertos, académicos, sostenedores, apoderados/as y representantes de la sociedad civil vinculadas a la ruralidad.
De acuerdo con los datos preliminares reportados por la Universidad de Chile -entidad que tiene a cargo el procesamiento de la información del proceso participativo- se realizaron 155 mesas locales a lo largo de Chile en las que participaron alrededor de mil personas. A las 12 instancias técnicas convocadas por el equipo de Educación rural desde el nivel central, en tanto, se sumaron 100 personas.
En cuanto a la participación de los establecimientos educacionales, 295 de ellos realizaron jornadas de trabajo para abordar el tema de la política y subieron las actas de sus reuniones a la plataforma creada especialmente para ello. Podían participar en este espacio jardines infantiles, escuelas, liceos, aulas hospitalarias, establecimientos de educación especial y de educación de adultos vinculados a territorios rurales.
Además, 100 microcentros se sumaron al proceso, destacando la participación en las regiones de Biobío, Maule, Valparaíso, Coquimbo y Los Lagos.
Según explicó la coordinadora nacional de Educación rural, Alicia Foxley, los próximos pasos en la elaboración de la nueva política son “sistematizar y analizar toda la información e ideas recogidas durante este proceso participativo para luego constituir mesas de trabajo inter e intraministeriales en torno a los distintos ejes, que nos permitan avanzar en el diseño propiamente tal de esta Política durante 2024. Esperamos ir validando los resultados y avances del proceso con las comunidades educativas, microcentros, academia y representantes de la sociedad civil”. Cabe señalar que los ejes de trabajo definidos para diseñar esta Política son el enfoque territorial, gestión institucional, gestión pedagógica y condiciones estructurales para avanzar hacia una educación rural pertinente y de calidad.
La creación de una nueva Política nacional de Educación rural forma parte del Plan Gabriela Mistral presentado por el presidente Gabriel Boric en octubre del año pasado. Su propósito es construir una hoja de ruta para los próximos años, que incluya todos los niveles del sistema educativo y que, reconociendo la diversidad de los territorios, aborde las condiciones habilitantes y factores que favorecen un modelo de innovación y justicia educativa en las escuelas y liceos rurales.